Quien ha intentado contar calorías sabe que es un desastre
No sólo es poco práctico, sino que a pesar de hacerlo perfectamente el peso no acompaña.
Nutricionista, nutriólogo, medicamentos, inyecciones. Has probado todo tipo de solución y ninguna te ayuda, o si te ayuda luego rebotas y te sientes peor que antes.
No estamos hechos para contar calorías.
Hemos estado evaluando el “problema” del peso equivocadamente durante años.
Nos hacía falta un cambio de perspectiva.
“Piensa en la perspectiva como una cámara, y en la percepción como un lente. Ambos se combinan para crear tu visión del mundo” —Dan Koe
El Huevo que Cacarea
Hay dos teorías en conflicto.
La primera imagina que el problema de la obesidad se basa en que distintos factores influyen en el cerebro (el regulador central de todo lo que hacemos) y hacen que uno consuma más calorías de las que gasta.
Esta teoría se denomina Modelo del Balance Energético (EBM por sus siglas en inglés).
La otra teoría, denominada el Modelo de la Insulina y Carbohidratos (CIM por sus siglas en inglés) plantea que el principal problema está dado por la cantidad de carbohidratos. Al requerir mayor insulina aumentan el consumo de calorías y dificultan la eliminación de la grasa.
Si miramos de lejos el debate parece ridículo.
Ambas posturas se han ido refinando con el tiempo, y mientras más se refinan más se parecen.
Están peleando sobre si primero vino la gallina o el huevo.
Se basan en el principio de la Conservación de la Energía—En un sistema cerrado la energía no se destruye ni se crea, se transforma.
Por lo tanto la energía (bajo el nombre de calorías) es el jugador central de este partido.
Pero llegó un personaje externo al debate y puso el tablero al revés.
Francisco Arencibia-Albite, PhD en biofísica y fisiología, y docente de la Universidad del Sagrado Corazón de Puerto Rico.
Sobre Tomar el Café Frío
Todo el planteamiento de las calorías, carbohidratos, insulina y el resto de los factores requieren que el sistema sea cerrado.
La masa entonces varía según la energía que se consume o se pierde.
Pero Arencibia-Albite explica algo que siempre fue obvio:
El cuerpo es un sistema abierto.
Para entenderlo lo que necesitamos saber es que el sistema cerrado es como un termo que nunca se abre.
La masa de agua dentro del termo no interactúa con el ambiente, lo único que se intercambia es energía (calor).
En cambio el sistema abierto es como una tasa de café.
*Parte matemática*
Si tienes una tasa con 100 gramos de café a 60°C, y a este le sacas 20 gramos a 60°C y le agregas 20 gramos a 30° C, entonces la masa total del vaso no cambió (100 - 20 + 20 = 100), pero sí la energía (se enfrió).
*Fin de la matemática*
—Nunca voy a entender a la gente que le gusta quemarse con el café—
El cuerpo humano funciona intercambiando energía y masa con el ambiente.
Por lo tanto, podemos mantener un peso estable sin tener balanceada la energía.
Como también podemos subir de peso sin tener un exceso de calorías, o viceversa.
¿Respirar para Bajar de Peso?
La próxima vez que vayas al nutricionista pregúntale cómo bajamos de peso.
Probablemente te va a dar la explicación de las calorías que consumimos y gastamos, el metabolismo basal, el ejercicio, bla bla bla.
Quizás llegará a decirte que eliminando energía bajamos de peso.
“Pero yo recuerdo que la energía no tiene masa.”
Sigue preguntándole — ¿cómo se traduce eso en la balanza?
Eventualmente tendrá que rendirse o darte la respuesta correcta:
Bajamos de peso porque botamos CO2 (y agua) cuando respiramos (principalmente) — ahora te lo explico.
¿O sea respirando más seguido voy a bajar más de peso?
No realmente.
Lo que pasa es que todos los macronutrientes (carbohidratos, proteínas o grasas) tienen un esqueleto de Carbonos.
Estos nutrientes pueden ir por el camino de la glucosa, o por el camino de los cuerpos cetónicos.
Se producen principalmente el beta-hidroxibutirato (BHB), y el acetoacetato (los nombres importan poco)
Esto es lo que entra al Ciclo de Krebs (¿alguna vez lo escuchaste en el colegio?) y su resultado final es la producción de agua, ATP (energía) y CO2.
Ese CO2 es el que botamos al respirar, y es la forma en que realmente eliminamos la masa, ya sea que estemos en un déficit calórico o no.
Esto por sí sólo ya debería hacerte dudar de las calorías.
Si bajamos de peso botando CO2, quizás la mejor manera de perder peso es comiendo menos CO2.
¡Bingo!
Hablemos de calorías.
Cantidad estimada de calorías que hay en un gramo de:
Carbohidratos = 4 kcal
Proteínas = 4 kcal
Grasa = 9 kcal
Por lo tanto, si consumimos 900 kcal de aceite tendremos 100 gramos de grasa.
Si consumimos las mismas 900 kcal de azúcar tendremos 225 gramos de carbohidratos.
Ahora olvidemos las calorías.
¿Te suena más sensato que para bajar de peso deberías comer menos cantidad de comida?
Comer menos masa = bajar masa.
Ingenioso.
Si comemos grasa tenemos menos ingreso de masa para las mismas calorías que si comemos carbohidratos o proteínas.
*Cada vez que hablo de masa me refiero a peso*
Además, los cuerpos cetónicos se producen en ausencia de insulina—El cuerpo es muy sensible a ésta.
¿Quién hace que suba la insulina? No la grasa (bueno, un poquito, pero mucho menos que los carbohidratos y las proteínas)
Cuando tenemos cuerpos cetónicos circulando, un 10-20% de estos se pueden perder por la orina.
Otro porcentaje se puede eliminar por el sudor.
Y otro porcentaje se puede eliminar por la respiración como acetona.
Es decir, tenemos 3 vías extras (que conocemos hasta ahora) de eliminación de masa.
El CIM tenía razón en la importancia de la insulina en hacerte acumular peso.
El EBM tenía razón en que tenemos múltiples factores que determinan cuánto vamos a comer y gastar.
Pero en realidad el modelo de balance de masa (MBM por sus siglas en inglés) sería el más adecuado.
Es como la teoría unificadora de la obesidad.
Come Grasa y Baja de Peso
Existen miles de formas de bajar de peso.
Siendo sincero, contar calorías también ayuda a bajar de peso.
Ninguna fórmula es perfecta, porque mientras más aprendemos más nos damos cuenta que es imposible calcular todos los factores.
Es relativamente fácil contar las calorías que consumimos, el problema es determinar las que gastamos.
El cuerpo se adapta a lo que comemos, subiendo o bajando el metabolismo basal, moviéndonos más o menos, secretando hormonas, y de otras formas que desconocemos.
Lo que sí es fácil es observar que una dieta sin carbohidratos ayuda a bajar de peso, incluso cuando a la persona se le hace difícil contar calorías.
Las dietas Keto se han popularizado en el mundo porque la gente ha visto resultados.
Y ahora entendemos por qué son tan efectivas.
Viendo el MBM entendemos que:
Para consumir la misma cantidad de calorías vamos a tener que comer menos masa
No tendremos alzas tan marcadas de insulina
La falta de insulina nos hará producir cuerpos cetónicos
Estos cuerpos cetónicos pueden ser utilizados como energía o pueden ser eliminados según sea necesario
Las dietas cetogénicas le permiten al cuerpo balancear sus necesidades, permitiéndole eliminar el exceso de energía y masa por múltiples medios, logrando auto-regularse mejor.
Para recapitular:
Teorías de obesidad y pérdida de peso — consideran al cuerpo humano como un sistema cerrado: su masa sólo variará en relación a los cambios de energía, si la masa (peso) es estable, el balance calórico debe ser cero.
CIM y EBM — ambas consideran centrales las calorías. El CIM le entrega un rol primordial a la insulina producida por la ingesta de carbohidratos. El EBM se centra en balancear las calorías.
El cuerpo humano es un sistema abierto — por lo tanto puede intercambiar MASA Y ENERGÍA.
Producción de cuerpos cetónicos — facilitan la regulación del cuerpo para perder peso. La insulina (y otros factores) impiden su formación e interfieren en el balance natural.
Lo que queda por evaluar es qué comemos, cuándo comemos, y cómo comemos.
Eso será en otro momento.
Podemos ahora mirar la pirámide alimenticia y maravillarnos de lo equivocados que estábamos.
“Lo que queda tras eliminar lo imposible, sin importar cuán improbable sea, debe ser la verdad”—Arthur Conan Doyle
Te deseo suerte en tu camino,
Javier Richard